¿Cuál es la edad ideal para una sesión de recién nacido?

Nosotros recomendamos trabajar dentro de los primeros 12 días de nacido, cuando los bebes conservan aún la postura fetal y se mantienen dormidos la mayor parte del tiempo, lo que permite trabajar las diferentes posturas en este tipo de sesiones. Conforme avanzan los días, los bebes irán perdiendo progresivamente la calidad de un sueño profundo, al tiempo que comenzarán a estirar más a menudo las piernas y brazos. En suma, se podría decir que mientras más pronto, es mejor.

¿Con cuánto tiempo de anticipación se debe agendar la sesión?

Dado que el período para hacer la sesión es muy breve, es preferible hacer la separación de cita con por lo menos 30 días de anticipación, y avisarnos del nacimiento dentro de los primeros dos días.

¿Qué pasa si el/la bebe se adelanta a su fecha probable de parto?

Mientras la mami haya hecho su reserva, garantizamos su sesión dentro de los primeros 10 días de vida del bebe.

¿Cuánto demora la sesión?

Normalmente demora de 2 a 3 horas, y ello incluye que los papis escojan los accesorios y mudas a usar, las fotos de el/la bebe, y la selección final de las imágenes a editar. Cabe resaltar que no son horas continuas trabajando con el/la bebe, ya que mucha parte del tiempo se concentra en su alimentación y en la atención para relajarlo o hacerlo dormir cuando se despierta.

¿Qué llevar a la sesión?

Todo lo necesario para su alimentación y limpieza, como biberón, pañales, wipes, fórmula en caso la esté tomando, su peine y chupones si los usa. Y para los papis, la muda con la que quieran salir retratados.

¿Cómo garantizamos la comodidad de el/la bebe?

La temperatura es crucial, por ello trabajamos con calefacción para asegurar un ambiente cálido que le recuerde el vientre de la mami. Asimismo, usamos suaves sonidos ambientales que tienden a relajarlo/la aún más.

¿Qué medidas de seguridad se toman durante la sesión?

La mayor parte de la sesión se trabaja sobre un beanbag (puff), diseñado exclusivamente para Newborn Photography, bastante grande para asegurar que si el/la bebe se mueve, tenga suficiente espacio para hacerlo. Y para las posturas en sí mismas, nos aseguramos que le sean cómodas, nunca forzamos a una en la cual se evidencia su incomodidad (no todos responden igual, hay unos más sensibles que otros). Y cuando se trabaja en cestos o baúles, nos aseguramos que estos tengan el peso necesario para sostenerlos/las, además del hecho de que siempre hay una persona cerca.

Y en lo concerniente a las mantas y demás accesorios, son lavados entre sesión para mantener la limpieza y la ausencia de gérmenes.

¿Qué hacer si el/la bebe se orina o hace popó?

Este tipo de accidentes son frecuentes, así que no hay nada de qué preocuparse. Se hace lo mismo que se hace en casa, limpiarlo/la, cambiar la manta, y continuar con la sesión.

¿Qué posturas se pueden trabajar?

Ya que la seguridad y la comodidad de el/la bebe son los factores más importantes, las posturas dependen de su calidad de sueño, cantidad de días de nacido, falta de costumbre de algunas posturas (prefiere dormir de lado o boca abajo), mala digestión el día de la sesión, flexibilidad, etc. Es decir, el/la bebe es quien nos va diciendo a lo largo de la sesión qué posturas nos deja hacer y cuáles no.